En la mayoría de las ocasiones se opta por guardarla en maletas y fundas especiales –sobre todo en el caso de las prendas más delicadas- pero, normalmente, hay que buscar recursos alternativos porque el equipaje que se pueda reunir no suele ser suficiente para el traslado completo.
Así, para evitar que la ropa pueda estropearse y, sobre todo, para realizar el trabajo de forma rápida y eficaz, suelen emplearse cajas de cartón altamente resistente que permiten colocar una barra de plástico para colgar las prendas, como si se tratara de un armario portátil.
Además, su versatilidad y su facilidad en el proceso de montaje y el transporte favorecen que, incluso, pueda utilizarse como armario auxiliar temporal en otros casos en los que sea necesario –por ejemplo, justo después del traslado, si se tiene algún problema con un armario permanente, etc.-.
Se trata, de hecho, de un tipo de cajas muy funcionales porque se presentan en diferentes medidas que están especialmente pensadas para prendas diversas –el fondo suele ser el mismo en todos los casos, 52 cm.-. Por ejemplo, para faldas o camisas se recomiendan cajas de entre 35 y 50 cm. de ancho y un metro de alto, mientras que para pantalones o chaquetas y vestidos, la altura puede alcanzar 1,30 o 1,40 metros.
Igualmente, no presentan un sobrecoste con respecto a otro tipo de cajas de características similares. Así, un pack de 5 armarios del modelo más pequeño –cuyas medidas oscilan entre los 20 cm. de ancho y el metro de alto- puede costar entre 8 y 10 euros y el precio de las más grandes –que presentan una anchura en torno a los 50 cm. y una altura de 1,40 m.- se sitúa entre los 20 y los 25 euros.