Como en todos los sectores, el intrusismo y la competencia desleal han hecho mella en el sector de las mudanzas, más quizá que en otros ámbitos profesionales.
Y es que son muchos los que, en los tiempos de crisis, ofrecen este tipo de servicios sin contar con la preparación ni los medios pertinentes. De hecho, en los últimos años hemos asistido a un aumento de servicios low cost de mudanzas donde ni los responsables cuentan con la experiencia correspondiente, ni poseen los permisos y seguros pertinentes en este tipo de transportes, ni disponen de los recursos humanos, técnicos y materiales necesarios para llevar a cabo un servicio eficiente y profesional.
El resultado de este tipo de trabajos es la pérdida de calidad del sector. En estos tiempos que corren muchos son los que adquieren una furgoneta y se dedican a ofrecer servicios de transportes y mudanzas sin las condiciones necesarias, lo que, por tanto, conlleva a una pérdida de la calidad y de profesionalidad de las mudanzas.
Por si ello fuera poco, los precios que ofrecen los trabajadores que esperan con estos trabajos sacar un dinerillo para paliar los efectos negativos de la crisis son tan bajos que han obligado a un serio replanteamiento en sector para hacer frente a la competencia desleal que le generan estas personas.
Por ello, desde la Federación Española de Empresas de Mudanzas se insta a los consumidores a que únicamente contraten empresas que cuenten con todos los documentos en regla, tengan seguro de responsabilidad civil y de transporte que cubran cualquier contingencia que pueda suceder durante el transcurso de una mudanza. Empresas que tengan trabajadores competentes, serios y profesionales, con amplia experiencia en el sector e inscritos en la Seguridad Social, para que desarrollen un trabajo minucioso y responsable con los enseres de los clientes. Y que dispongan de los medios técnicos y materiales necesarios para ofrecer un servicio de calidad, con camiones especializados, elevadores y grúas adaptados, materiales de embalajes y protectores, carretillas, etc.
La crisis, ese intrusismo profesional del que hablábamos y la competencia desleal que ello genera hace necesario que el sector se replantee cómo afrontar el nuevo reto de ofrecer un servicio de calidad a sus usuarios a un precio adaptado a la realidad social y económica. Entre esos retos también debemos mencionar la necesidad que desde las empresas de mudanzas haya mayor concienciación con el medioambiente. No basta solo con reutilizar cajas de embalajes o emplear materiales reciclables. Hay que adaptar los vehículos a la nueva normativa medioambiental, apostando por vehículos que funcionen con energías renovables.
De hecho, el reglamento que regula el acceso de las grandes capitales ya supone un gran problema para algunas empresas. De ahí que la reconversión de la flota de vehículos deba entenderse como una apuesta más por adaptarse a los nuevos tiempos.
Por tanto, las empresas de mudanzas deben hacer frente a la pugna que algunos usuarios han originado para hacerse con clientes sin los medios necesarios a unos precios de risa, pero también tienen que afrontar el nuevo reto que supone buscar alternativas para ofrecer un servicio limpio y respetuoso con el planeta.