Las nuevas necesidades que se van creando y la posibilidad de utilizar cada vez tecnologías más avanzadas en el sector de las mudanzas están favoreciendo que se realicen portes cada vez más sorprendentes. Los traslados de grandes empresas o, incluso, de viviendas al completo –con la construcción externa incluida- son cada vez más frecuentes, sobre todo en algunos países como Canadá o Estados Unidos.
Sin embargo, la mayor mudanza del mundo –y parece que no se ha repetido algo parecido hasta el momento- se produjo en noviembre de 1974, cuando 30 camiones de gran tonelaje trasladaron 12 casas victorianas de la ciudad de San Francisco a una nueva ubicación.
Un kilómetro, cien operarios
Si bien es cierto que la distancia del traslado fue de apenas un kilómetro cuesta abajo, esta espectacular mudanza requirió el trabajo de más de cien operarios especializados. No en vano, estas construcciones eran muy valoradas por ser de las pocas que se mantuvieron en pie tras el gran terremoto de San Francisco de 1906 –y los que han sacudido la ciudad posteriormente- y diferentes planes urbanísticos que las derruyeron por considerarlas marginales.
Así, para conseguir desplazarlas completamente y sin dañar la estructura en primer lugar se las colocó sobre pilas de maderos. Posteriormente, se retiraron los postes telefónicos, las farolas y el cableado urbano para evitar cualquier tipo de accidente eléctrico. Finalmente, se montaron las viviendas sobre los camiones y se trasladaron, convenientemente escoltadas por varios coches de policía para mantener la seguridad.
Y, pese a que los medios con los que se contaba hace 40 años para realizar este tipo de trabajos tal vez no fueran tan precisos como los actuales, la profesionalidad de los responsables que realizaron el traslado se va ratificando conforme pasa el tiempo y las 12 viviendas se mantienen completamente estables en aquella nueva ubicación.