Habituarse a usar una nueva línea de transporte para poder llegar al trabajo, conocer a los nuevos vecinos, ducharse en un baño extraño… Todo ello puede crear un poco de ansiedad durante los primeros días tras la mudanza. ¿Cómo conseguir no abrumarnos por la ansiedad que el cambio de domicilio genera y continuar sonriéndole a la vida?
La empresa de mudanzas lo ha dejado todo ya en la casa, así que estamos solos, rodeados de muchas cajas. La luz aún no funciona en todas las habitaciones porque solo tenemos una bombilla en la vivienda. Por tanto, la pregunta aquí es: ¿cómo organizamos la primera noche? ¿Y el día siguiente? Sabemos que tendremos tiempo para arreglarlo todo poco a poco. Por eso quizá pueda ser interesante poner todas las cajas en una habitación para tener una visión más clara de la casa. Después, decidiremos dónde poner cada cosa.
Tenemos que preparar la habitación para un merecido descanso y cenar. De este modo, lo primero que hay que saber es si el dormitorio está ya montado. Si es así, fantástico. Solo tendremoss que sacar de algunas maletas las mantas y las sábanas para hacer la cama. Ordenar la ropa no es algo necesario ahora, tendremos toda la semana para poder organizarlo todo. El problema viene si no tenemos el dormitorio montado, porque tendremos que hacerlo sin demora para poder dormir esa primera noche. Si nos han traído el colchón, tras limpiar el suelo y eliminar el polvo, podemos valorar la posibilidad de dejarlo directamente sobre el pavimento y preparar la cama ahí. La importancia del descanso después de una mudanza aumenta más, si cabe.
Si no tenemos colchón y no queremos pasar la primera noche en casa de algún amigo, podemos dormir en el sofá.
Una vez que hemos preparado el lugar donde dormiremos, tenemos que encargarnos de la cena. La cocina está instalada pero no tenemos ganas de cocinar. Un consejo: prepara algo rápido y fácil. El objetivo es sentirse bien, como en casa. Por eso no es mala idea recurrir a un plato de pasta con salsa de tomate, un poco de pan tostado y una buena botella de vino tinto. Si estás con los amigos, con tu novio o con tu marido, ¡hay que brindar la primera noche que se pasa en casa! Si no tienes montada la cocina, no te preocupes: pide una pizza, tómate una cerveza y ve una buena película.
Celebrar esta primera noche en tu casa nueva te ayudará a familiarizarte con el nuevo espacio, con los nuevos muebles. Es el modo perfecto para celebrar la mudanza.
En definitiva, hay que buscar un momento para preparar una agradable bienvenida a la nueva casa, al que será nuestro nuevo hogar. Solos o acompañados, esta celebración es esencial para relajarse, descansar y afrontar con menos ansiedad y una sonrisa nuestra vida allí.