¿Cómo se paga una mudanza internacional? ¿Por qué debo dar una cantidad a cuenta antes de que se realice el servicio?
Normalmente, cuando vamos a hacer frente a una mudanza las empresas especializadas exigen el pago del servicio una vez realizado el traslado, aunque las hay que piden que se abone el día anterior al cambio de domicilio.
Es la forma de pago habitual en las mudanzas locales y provinciales, e incluso en las nacionales. Pero ¿qué pasa si me traslado a otro país?
Igual que el caso de las empresas dedicadas a mudanzas nacionales, las compañías que realizan traslados internacionales suelen coincidir también en la forma de pago del servicio. Por eso, la mayoría de ellas piden un adelanto del importe presupuestado para la mudanza antes de llevar a cabo el trabajo. El motivo es doble: por un lado, supone un compromiso para el cliente, ya que, al abonar una parte del servicio, el cliente se compromete que no llamará el día de antes para echarse atrás, y si lo hace, pierde el dinero dado a cuenta. Recordemos que una
mudanza internacional requiere una organización previa por parte de la empresa que no es solo organizativa sino también administrativa, pues deben pedirse permisos y pagarse tasas o importes en aduanas que dependerán del país al que el cliente se traslade. Por tanto, es una compensación por que ese trabajo que la compañía ha tenido que realizar para poder desarrollar la mudanza de manera profesional no ha resultado en vano. Como decimos, no sería correcto tenerlo todo preparado para viajar a Chicago, por ejemplo, y que el cliente decidiera cambiar de compañía en el último minuto o cancelar el traslado. Las consecuencias de ello tienen que tener una compensación para la empresa, y ese adelanto puede considerarse como una reparación económica por el trabajo realizado.
Pero, por otro lado, ese dinero que se adelanta es del que se sirve la propia empresa de mudanzas para organizar el traslado y abonar los correspondientes pagos que ello exige. Es una provisión de fondos con la que la compañía puede realizar las gestiones pertinentes para que la mudanza se desarrolle con éxito y en el tiempo acordado. Porque además de estas tasas, con este dinero se paga el combustible de los camiones, el traslado de la carga en otros medios de transporte, las dietas de los operarios que llevarán a cabo el viaje, los peajes que algunas carreteras cobran para poder circular por ellas, los fletes, etc. De ahí que casi todas ellas pidan ese importe por adelantado.
La cantidad que las empresas suelen exigir como reserva y provisión de fondos varía entre ellas. Muchas piden el abono de la mitad del importe presupuestado; otras, el 60 %, y las hay que solo requieren el pago del 30 %. Mediante transferencia bancaria, se ingresa en el número de cuenta de la compañía dicha cantidad con un plazo amplio para que haya tiempo de sobra para organizar el movimiento. El resto se abona una vez se ha realizado el servicio o el propio día que se lleva la carga al nuevo domicilio del cliente.