Cuando tenemos mascotas en casa, organizar una mudanza es algo más complicado puesto que debemos contar con ellos. Como miembros de la familia que son, hemos de valorar cuáles con las mejores opciones para que el cambio de domicilio no les afecte.
Si el traslado es dentro de la misma ciudad, provincia, e incluso país, podemos llevar nosotros mismos a nuestro perro o gato. Pero la cosa cambia cuando hablamos de otros animales como peces, o cuando la mudanza obliga a coger un avión. En estos casos, lo mejor es contratar a una empresa especializada en el transporte de animales de compañía para que sean ellos los que gestionen su traslado en las mejores condiciones posibles.
Si la mascota se viene con nosotros,, tendremos que dejar para el último momento el embalaje de sus cosas (cama, pienso, comederos…), pues tendremos que hacer uso de ellos. Como siempre que montemos a nuestra mascota en el coche, esta deberá viajar en su trasportín o, si el tamaño lo impide, en el asiento trasero, bien sujeta con un arnés para que esté protegida en caso de frenazo o colisión y no se mueva hacia los asientos delanteros y provoque un accidente. Algunos dueños optan por una jaula. También es otra opción, siempre y cuando nuestro vehículo lo admita.
Si tenemos a peces, pájaros o reptiles como animal de compañía, lo recomendable es que se encarguen los profesionales de mudanzas de su transporte, pues los animales deben viajar en su espacio (jaula, acuario, terrario) para reducir el posible estrés ocasionado por el cambio de domicilio. La empresa deberá adecuar las condiciones medioambientales de sus camiones a los animales para evitar que los cambios bruscos de temperatura o humedad repercutan en su salud y perjudiquen si bienestar.
Como hemos comentado, si nos mudamos a otro país y es necesario coger un avión, deberemos informarnos de los requisitos de viaje que de los animales, pues puede que tengamos problemas con algunas especies. La mayoría de las compañías aéreas exigen contar con un pasaporte sanitario. En el caso de los gatos y los perros, estos tienen que llevar, además, su correspondiente chip identificativo. Normalmente, estos viajarán en la bodega, aunque algunas compañías permiten que determinados animales puedan hacer el viaje en cabina siempre y cuando vaya en un trasportín y no alteren ni incomoden al resto de pasajeros.
Hay empresas de mudanzas habituadas al transporte de mascotas por avión. Ellos nos ayudarán a conseguir la documentación necesaria para el viaje de la mascota, el trasportín que necesitaremos, qué volumen ocupará en el avión y a cuánto ascenderá el billete, etc. Asimismo, nos informarán de cómo se realiza en transporte de aquellos que viajan en bodega, a dónde los llevan y qué tipo de vigilancia existe para velar por su seguridad y bienestar.
Después del traslado es normal que durante los primeros días esté inquieta, nerviosa y no coma ni descanse bien. Hemos de tener paciencia. Lo pero ya ha pasado. Ahora toca adaptarse.
¿Vas a mudarte dentro de poco y no sabes qué hacer con tu animal de compañía? Pide información a una empresa especializada.