1. Elige el tipo de caja que mejor se adapte a tus necesidades
Este es el paso más importante, ya que según lo que desees trasladar, es necesario escoger bien el tipo de caja. Recomendamos elegir una caja no muy grande, si lo que vas a empaquetar es de pequeño tamaño, para que no haya holguras y el producto en la caja no se mueva tanto y evitemos así que se rompa lo que trasladamos.
2. Organiza bien lo que quieres trasladar
Recomendamos a los clientes, que se organicen por categorías lo que necesitan trasladar. Si tienes mucha ropa colgada en el armario y no quieres estar perdiendo tiempo plegándola, lo ideal es conseguir unas cajas armario y trasladar lo que tienes colgado en el armario, directamente a esta caja. Por otro lado, recomendamos no mezclar enseres, es decir, las cosas de la cocina irán con cosas de la cocina, la ropa con otra ropa, y así sucesivamente.
3. La importancia de proteger bien algunos enseres
El embalaje de cristalería y otros objetos frágiles, es importante que lo realicemos con cuidado. Debemos elegir materiales que aíslen a unos de otros, para que no se dañen durante el transporte. La burbuja, es lo que mejor funcionará a la hora de embalar este tipo de objetos.
4. Cerrar bien la caja
No sirve de nada lo comentado anteriormente, si la caja no es cerrada de manera correcta al finalizar el embalaje.Recomendamos que elijas una cinta adhesiva especial para el material de la caja que hayas elegido y que apliques la misma con una precintadora, ya que el cierre es más preciso.Y si deseas que el cierre sea más perfecto, puedes reforzar cualquier punto que veas más desprotegido.
5. La importancia de etiquetar/marcar las cajas
Para que la organización de las mismas al llegar a tu destino, sea rápida y fácil, recomendamos enumerar y marcar bien cada caja. Es importante realizar un listado con lo que contiene cada caja, para distribuir mejor el contenido de cada una. Además, con esto, conseguimos que no se pierda/extravíe ninguna caja, ya que conocemos y tenemos contabilizadas, cuantas llevamos.