Una mudanza no tiene que ser necesariamente un dolor de cabeza, siempre que se realice de forma planificada y controlada.
Lo primero de todo es enfrentarse a la mudanza con una actitud positiva. Una mudanza es un cambio, y los cambios al final son siempre positivos.
- La clave de todo, una buena organización
El segundo ingrediente fundamental es desarrollar la capacidad de organización que todos tenemos, en mayor o menor medida. Para esto es fundamental tener una de las siguientes cosas: tiempo o dinero. Con poco tiempo de antelación, para que la mudanza no se convierta en un caos nos veremos obligados a invertir algo de dinero en ayuda (empresas de mudanzas), y si disponemos de pocos recursos, estaremos obligados a hacerla nosotros, siempre disponiendo de tiempo para llevarla a cabo.
En caso de contratar una empresa para que te realice la mudanza, es importante que lo hagas con mucha antelación, sobre todo en época de verano (temporada alta) y en fechas en que haya muchos días de fiesta seguidos.
Piensa que invertir en una empresa de mudanzas es invertir en disminuir tu estrés y en evitar posibles accidentes. Las compañías de mudanzas suben, bajan y transportan tus objetos, e incluso con un pago adicional pueden embalar los objetos que deseas trasladar.
- Comparar presupuestos
Es importante que pidas presupuesto con antelación, y que preguntes exactamente a qué corresponde cada parte o epígrafe del presupuesto, para que no te cobren (o lo hagan excesivamente) por servicios que no necesitas.
A la hora de comprobar si el presupuesto te interesa fíjate en cuándo quieres la mudanza, qué quieres transportar y cuánto estás dispuesto a gastar. Los precios y presupuestos debes buscarlos un mes antes de que quieras realizar la mudanza.
Las empresas que te hagan un presupuesto deben pasar necesariamente por tu piso, para que el presupuesto que te hagan se ajuste exactamente a los enseres que tienes y a la forma de tu casa.
Exige siempre el presupuesto lo más detallado posible, y, por supuesto, por escrito. En ocasiones algunas empresas se atreven a presentar presupuestos por escrito; y lo malo de ello es que al final el precio puede variar con una u otra excusa o servicio adicional prestado.
- Una oportunidad para separarse de cosas inutiles
La otra decisión es la cantidad de enseres y material que deseas trasladar. Una mudanza es una oportunidad de empezar de nuevo, y por tanto de prescindir de lo que anteriormente no te era lo suficientemente útil.
Piensa que el presupuesto dependerá fundamentalmente del peso y la distancia de traslado de tus cosas, así que renunciando a un viejo mueble inútil puedes ahorrar algo de dinero que puede servirte para comprarte un nuevo mueble.
A la hora de embalar o empaquetar tus pertenencias, es importante que te tomes el tiempo necesario, y que empieces por las cosas que no usas habitualmente, con lo que paulatinamente puedes ir llegando a los objetos de uso más cotidiano.